domingo, 26 de febrero de 2012

SOPHIA LORENT



(Sofía Villani Scicolone, Roma, 1932) actriz de cine italiano. Su padre era ingeniero y barón siciliano dejó a la familia cuando su hermana María. Ella fue criada por su madre en Pozzuoli, un pequeño pueblo cerca de Nápoles. A los 11 años ya se sentía atraída al mundo de las películas americanas, que eran muy populares en Italia. Sin embargo, antes de que ella estudió el magisterio, pero nunca lo termine.

En 1949 se las arregló para ser clasificado en un concurso de belleza, obtuvo el segundo lugar en el concurso de la "Princesa del Mar", de Nápoles, y en 1950 fue nombrada Señorita Elegancia en otro concurso que tuvo lugar en Roma, la elección de Miss Italia (que no pudo lograr). Debutó en el cine como ayudante, en esos años, en películas como Quo Vadis? (1951), de Mervin Leroy, durante su participación en las novelas gráficas, donde trabajó bajo el seudónimo de Sofía Lozzaro. Las oportunidades comenzaron a surgir en el mundo del cine, en parte debido a su gran belleza, opulenta y generosa, que no era un gancho fuerte con el que atraer a los espectadores.

Durante los primeros años cincuenta participó en una serie de películas menores. Se reunió el productor de cine Carlo Ponti, mucho mayor que ella, con quien se casó en 1957. Carlo Ponti se convirtió en su mentor y lo convierten en uno de las personalidades más importantes en la historia del cine. A partir de este cambio en su situación, Ponti se involucró en las películas ilegales, a pesar de un cierto impacto en el tiempo, como es el caso del hombre o el diablo (1953), de Pietro Francisci. A continuación, protagonizó El ladrón, su padre y el conductor (1955), Alejandro Blasetti.

Bajo los auspicios de su marido, recibió una llamada de Hollywood y trabajó en La sirena y el delfín (1956), de Jean Negulesco, y Orgullo y pasión (1957), de Stanley Kramer, ambientada en la Guerra de la Independencia Española y en un reparto que incluía a Cary Grant y Frank Sinatra (se dice que durante el rodaje de Grant trató de iniciar un romance con la bella italiana, pero sus intentos fracasaron). También tuvo la oportunidad de trabajar con John Wayne, Arenas de muerte (1957), dirigida por Henry Hathaway.

En 1960 y con un más refinado y convertido en una verdadera actriz, ganó el Oscar a la Mejor Actriz por su impresionante trabajo en Dos mujeres, de Vittorio de Sica, que dirige, y cuya acción se desarrolla en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, durante la llegada de las tropas aliadas. Esta película filmada un par de años más tarde la versión de televisión. El maggiorata, el Piazzola, se había convertido en una mujer con clase y distinción, por la gracia de su inteligencia y su Pigmalión, Carlo Ponti.

Cuando el productor Samuel Bronston la preparación de rodaje de El Cid (1961), que era llevar a cabo Anthony Mann, y después de la decisión de Sara Montiel, Sofía Loren le dio el papel de Jimena. La película, en clave occidental, con un guión de Philip Yordan, construyó una historia interesante y extensa del héroe español de la Edad Media. Junto con Charlton Heston, fue un socio con más atractivo y la química de lo que pudiera pensarse en un primer momento.

Regresó a Italia y volvió a caer bajo el mando de De Sica, Boccaccio 70 (1961) y Los secuestrados de Altona (1962), dos películas con ambiciones de calidad, dentro de un cine europeo que estaba perdiendo la batalla contra los EE.UU., entre otros razones para ir a un público más intelectual que se centró la mayoría, el cine europeo, en definitiva, se consideró así por los críticos, a pesar de que fue atacado por ser demasiado circunstancial. En ese momento volvió a mostrar las películas con la caída del Imperio Romano (1964), una nueva producción dirigida por Anthony Mann Bronston.

En los años sesenta y durante los años setenta trabajó en una serie de películas italianas fueron muy bien recibidos por el público. Loren se había convertido en una estrella, que podía permitirse cualquier tipo de papel y cuyo trabajo fue más allá de la crítica, que utiliza para valorar por encima de muchos de los valores en los que el protagonista juega. Se trataba de "una gran dama" era más de cuarenta años y se había convertido físicamente elegante. No se pudo recordar a la niña de sus novelas tempranas. Pero también era una excelente actriz. Entre las películas de este período se pueden citar los girasoles (1969), de Vittorio de Sica, mortadela (1971), Mario Monicelli, y excelente Una jornada particular (1977), Ettore Scola.

En los años ochenta redujo su participación en películas, pero mantuvo su popularidad y fama entre una sociedad que se ha convertido en uno de los símbolos de referencia. En 1994 actuó junto a Marcello Mastroianni en el Prêt-à-porter de la película, Robert Altman, con resultados bastante malos en la taquilla, a pesar de tener un gran número de jugadores "comercial" del cine americano, pero que, sin embargo, seguía siendo un la crítica especial de muchos de los tics del mundo de la moda.

Sofía Loren fue la gran diva del cine europeo y el prototipo de la belleza mediterránea, pero también una mujer que conocía a un camino que lo llevó de la vulgaridad agradable ser considerada como una gran dama del mundo del cine. Además del Oscar, ganó el título honorario de César del cine francés. En 1994 fue galardonada con un Globo de Oro y en 1995 recibió el Nastro de Argento de Italia. En 1997 recibió la Orden de Caballero de la República de manos del presidente italiano, Oscar Luigi Scalfaro, que se hundió en el olvido en los años que fue juzgado y encarcelado hasta por la fuga de capitales.

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