martes, 24 de mayo de 2011

FAMOSOS

La revista Forbes, especialista en listas (controla desde la cuenta corriente de los más ricos del planeta hasta el nivel de influencia de los bebés famosos) nos ha regalado esta mañana  alrededores).

Parece que la crisis se nota para todos porque aunque la guapísima Beyonce y su novio rapero Jay-Z ocupan el primer puesto por segundo año consecutivo, los ingresos de la pareja han mermado de los 162 millones de dolares (¿alguien tiene una calculadora?) a los "sólo" 122 que han facturado este año (debido en su mayor parte al trabajo de ella, todo hay que decirlo).



Pero lo que realmente me da que pensar es en cómo se sentirá Victoria Beckham que, sin prisa pero sin pausa, se ve bajando escalones entre los más ricos entre los ricos (este año está en quinto lugar, sin medalla). Que una empieza por perder un contrato de imágen y acaba por dejar de ser imprescindible en los saraos de Los Ángeles.

En fin Vicky, que mal de muchos, consuelo de... todos. O si no mira a tus intimísimos Tom y Katie, que poco más y ni se encuentran en la susodicha lista. ¡Que hasta Jim Carrey y Jamie McCarthy resultan más rentables! Aunque al menos ellos están cultivando un gran activo: y es que año tras año, Suri Cruise gana puestos entre los niños más influyentes y mejor vestidos.

Y vosotras, ¿pensáis que la época dorada del matrimonio Beckham es historia? ¿Os ha sorprendido alguna de las parejas de la lista?

Cada vez que leo una noticia sobre los famosos me pongo mala, ¡pero mala de envidia!. ¿Por qué? Pues está claro, porque da igual que hablen delante de las cámaras o para una revista sobre cómo han timado a la justicia, cuántas veces han cambiado de pareja o de las veces que van al baño que, con eso, ya tienen el dinero para pasar el mes como dios manda. ¿Envidia? Quizás. Sí, qué pasa.

Recientemente han vuelto a salir a la luz los sueldos extra de algunos de los personajes públicos del panorama español por hablar de sus “grandes aventuras” diarias. Y es para plantearse porqué escogiste la carrera que escogiste para conseguir que te paguen 1.000 euros (que supone un gran reto, claro) y no tuviste el rostro de tirarte a uno de ellos y sacar también partido del mundo de la farándula.

Un par de ejemplos que nos harían dudar casi a cualquiera de qué narices hemos hecho mal en la vida para no tener la misma suerte que ellos (al menos en lo que a dinero se refiere) son los protagonizados por Julián Muñoz o Toñi Salazar. El primero de ellos se llevó unos 188.000 euros de Telecinco por ser entrevistado por primera vez siendo ya ex alcalde de Marbella y, la segunda, unos 250.000 euros por contar la polémica detención de su hijo Borja en un programa de televisión.

¿No da rabia? A mi sí, desde luego. Y más saber que ahora, más que nunca, cientos de familias están ahogadas económicamente mientras sabemos que se despilfarran cantidades impensables de dinero por este tipo de ocio. Porque, sintiéndolo mucho, pero lo cierto es que no es más que ocio o entretenimento y no algo precisamente vital en nuestro día a día.

Todo en su medida es aceptable, sano, necesario, y así debería ser a la hora de la verdad. Sin embargo, este tipo de sucesos me hace caer en la cuenta de lo mal hecho que está el mundo y, seguramente, de la pequeña o gran culpa que tiene la sociedad por mirar a otro lado y permitirlo.
Sin más enredos de palabras, y puesto que no podré luchar yo sola contra este tipo de abusos, me rindo y ratifico: ya puestos, yo también quiero ser famosa.

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