Valentino ha regresado a Florencia para mostrar a un hombre clásico con la elegancia de la silueta que le brinda un traje de chaqueta tradicional y de corte impecable, después de un lapso de cincuenta años.
Por la pasarela del barroco y renacentista Palazzo Corsini, desfilaron trajes de chaquetas, en conjuntos con camisa en blanco puro y corbata negra estrecha.
Los abrigos cortos negros y grises por encima de la rodilla, algunos cruzados con doble abotonadura y hombros armados y una peculiar trabilla para mantenerlo en su sitio al colocarlo simplemente sobre los hombros.
La paleta de colores ha sido discreta y elegante, desde el beige hasta el negro con gris, blanco, verde botella y un borgoña apagado, que también se vieron en los complementos como carteras de mano, guantes de piel y gafas negras.
La firma Valentino ha querido evidenciar el valor de los patrones y un impecable traje de chaqueta le ha resultado suficiente para refrescar el vestuario masculino.