lunes, 13 de junio de 2011

NOCHES DE ENCANTO





Ali (Christina Aguilera) es una chica que llega a Los Angeles procedente de un pequeño pueblo, con muchos sueños en mente. Después de encontrar el Burlesque Lounge, un magnífico pero viejo teatro que alberga un espectáculo inspirado en los musicales de revista, consigue un trabajo como mesera para Tess (Cher), dueña del club y artista principal. Con la ayuda de un director de escena (Stanley Tucci) y del anfitrión (Alan Cumming), Ali pasa del bar al escenario. Su voz espectacular regresa al Burlesque Lounge la gloria que antes gozaba, esto sin que antes llegue un empresario carismático (Eric Dane) con una tentadora propuesta.

Predecible desde el primer momento y con nula credibilidad, Noches de encanto es la misma historia que todos conocen, contada una vez más y sin ninguna variación.

Llamarse a sí misma un musical no es del todo sensato, siendo exigentes no lo es; califica mejor como una película de canciones (por no llamarle un videoclip de dos horas), con un guión que no sabe bien qué es lo que quiere contar.
Quien gustó de Coyote Ugly (2000) por ejemplo, con facilidad podrá encontrar lo mismo en cada una de las escenas, sin siquiera la molestia por proporcionar un nuevo enfoque, o por lo menos algún otro tipo de propuesta.

Dos divas reunidas implican grandes expectativas. Vocalmente, Christina Aguilera entrega lo que promete, incluso más, a diferencia de su desempeño actoral, del que no se puede comentar mucho, pues logra una actuación que convence a muy pocos. Por su parte, Cher se queda estática, no aporta nada a su personaje e inexpresiva, no llega si quiera, a coordinar las emociones de éste con las expresiones de su rostro. Sus números musicales (escasos, por cierto) no están del todo conectados a la historia, y la esperada interacción con Christina Aguilera en el escenario nunca llega.

La trama se dirige hacia donde la totalidad del público sabe, sin embargo existen momentos en donde éste puede quedar atrapado y disfrutar –momentáneamente– de los enredos en los que Ali se ve involucrada. Un giro que se vuelve un poco trillado, pero aún se presenta como nuevo, es el personaje de Sean (Stanley Tucci), el confidente de Tess: un homosexual que aporta un poco de toques divertidos y que pretende aconsejar a cada personaje, hasta que decide verse en el espejo y tomar sus consejos para su propia vida. Tucci (El diablo viste a la moda) se ha vuelto en el arquetipo de personajes como Sean, pues su interpretación, cada vez más sutil y mejor manejada, otorga al filme el punto de relajación de los problemas que los demás personajes enfrentan.

El diseño de producción es poco original, impactante a primera vista pero resumido a una excesiva cantidad de focos. El vestuario es llamativo y provoca un deleite visual que a veces cruza la delgada línea que separa el glamour de lo vulgar. Finalmente el oído se deleita más que la vista y lucha con el intelecto para convencerlo de gozar la pobre propuesta narrativa y desordenada de la cinta.

El potencial es gigante, el resultado no. Disfrutable en algunos momentos y larga para las simples y lineales historias que cuenta. Promete y promete, y nada.
Director: Steve Antin
Reparto: Christina Aguilera, Cher , Stanley Tucci
País : Estados Unidos
Género: Musical
Duración: 118 min
Clasificación: B


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