miércoles, 15 de junio de 2011

ALFOMBRE ROJA DE LOS OSCAR 2011


No me dió tiempo a un post el lunes. Vi la gala el domingo, sufrí la gala, sufrí el aburrido encanto de James Franco, sufrí la cargante y esforzada (y gritona a ratos) voluntad de Anne Hathayway de entretener, ser guapa, ingeniosa, elegante, divertida, diva, bien vestida, sexy, carismática, entregada, maravillosa, divina, natural, buena actriz y cantante, con muchas tablas, super cercana y todas esas cosas que Anne Hathaway quiere demostrar que es cada vez que concede una entrevista (no es la única) y, al parecer, también cuando presenta una entrega de premios. Quien hizo el casting no tuvo en cuenta que hay antagonistas que se complementan, pero también los hay que no. Ahora, el que escribió el guión, se quedó tranquilo. No vamos a echar la culpa sólo a JF y a AH, y añorar a los humoristas que les han precedido, eso sería lo fácil. Sabemos que hay actores que lo han hecho genial. Anne Hathaway incluida.

Cate Blanchett con un vestido de Givenchy Haute Couture y joyas de Van Cleef & Arpels. Perfecta, como casi siempre. La mejor de la noche en mi opinión. Cuando la belleza te ha tocado con su varita mágina, conservas buen tipo pese a los años y tres hijos, y eliges uno de los vestidos más bonitos que se han visto en la Semana de la Alta Costura de París, es inevitable ser la más impresionante de la fiesta. Perfecta.

Sufrí también la pobre retransmisión que hizo Canal +. Ingénua de mí que cuando vi a Ana García-Siñériz pensé ¡ha vuelto! Pero no, en algún sito ha debido perderse la periodista que estaba puesta en cine y moda. Juan Zavala fiel a su estilo, Luis Alegre me carga, y a Pepe Colubi no lo aguanto. No puedo con él, puede que sin razón, pero me supera. La opinión de los actores, periodisas y modistos españoles sobre la pelis y las nominaciones me importan menos que nada, y las conexiones con el equipo de la SER no las acabo de entender. Si son amigos que queden a tomar copas, yo quiero ver los Oscar, alfombra roja incluida y lo más completa posible, si puede ser. Incluso Cristina Teva que es un encanto, y tan estilosa siempre, estaba pocha.

Primeros planos de Michelle Williams y Cate Blanchett en la alfombra roja de la reciente entrega de los premios Oscar. Ya sabéis, llevar el pelo a lo chico es arriesgado además, ¡¡¿y si tienes una fiesta?!!, si te maquillas para una fiesta mejor que se note a ir natural, nunca lleves las cejas más oscuras que el color de tu pelo, toma algo el sol para estar más favorecida, si vas a ir de largo no te vistas de blanco que pareceras una novia, el lila y el amarillo son colores a evitar porque siempre resultan tan cursis, horteras o chonis como la pedrería o más, ponte algo con escote que si no pareces una monja, ya no hay actrices como las de antes ni siquiera en la alfombra roja, bla bla bla...

En fin, que aparte del vídeo del principio de la gala (con el que los traductores "simultáneos" de Canal + se las vieron y desearon), la única diversión estuvo en adivinar si AGS estaría peinada o despeinada cada vez que recuperaban la conexión, y cuando Juan Zavala (minutos después de que los presentadores españoles criticaran a los estadounidenses por preocuparse sólo por los vestidos de las actrices) le preguntó a la subdirectora de Vanity Fair España, Virginia Galvín, qué tipo de vestido llevaba Penélope Cruz (ese L´Wrenn Scott versacoide horrible) ella -experta en moda- respondió algo así: "un vestido rojo, ajustado, probablemente elástico. Está guapísima, se nota que no es ella hoy la protagonista porque se ha dejado el pelo suelto, porque siempre que es ella la protagonista lo lleva recogido". Y se quedó tan oreada, que decimos en Aragón.

Michelle Williams con vestido de Chanel Haute Couture, joyas de Harry Winston y zapatos “Cosmic” de Jimmy Choo. El bolso no sé quién lo firma. Después de CB la mejor para mí. Igual no soy objetiva, pero me da igual, nunca la veo mal y no entiendo las críticas a su peinado. Igual resulta algo sosaina a veces, pero aún así. Hay actores por los que vas a ver una peli de propio, incluso si te han dicho que es mala, yo por Michelle Williams voy a ver pelis, compro revistas de moda, navego por internet, lo que sea. Además, en una gala tan aburrida, monótona y conservadora, cuando la cámara la enfocó al dirigirse Jeff Bridges a ella, y sonrió fue como si el televisor se iluminara. Un oasis en el desierto del aburrimiento en el que reinaban las aspirantes a diva.

El caso es que de nuevo tarde. Aunque poco tengo que añadir a lo que han dicho ya Lula en su Oscar post-exprés y Anabel Chicalista Vázquez en Radar, su nuevo blog en la Web de la revista Vanity Fair España. Bien podría haber sido ella la que se encargara de la parte fashion en la retransmisión española de la gala, con lo bien que se le da.

Natalie Portman en los Spirit Awards con vestido y bolso de Givenchy y zapatos de Stella McCartney. Radiante, preciosa, sonriente e infinitamente mejor vestida que en la gala de los Oscar. Su Rodarte era bonito, tan bonito como cualquier vestido que pueda llevar Carla Bruni. Elegante, bien cortado, favorecedor pero muy formal, y eran los Oscar, ¡sus Oscar!, no una boda real.

Charles Ferguson y Audrey Marss ganadores del Oscar al mejor documental. También me encantó Audrey Marrs. Es cierto que hemos visto decenas de mujeres pisando la alfombra roja vestidas de Lanvin. Y que este Lanvin en concreto, al ser negro, es menos espectacular que otros, e incluso está pasado de moda, ahora que las estrellas, embarazadas o no, prefieren los últimos (y preciosos) diseños de Elbaz, pero son tan bonitos los vestidos de Lanvin. Y quedan tan elegantes si tienes algo de estilo, que hay que reconocerle el mérito.

Sunrise Coigney, con su marido Mark Ruffalo, llevó un vestido de Gautier Paris y joyas de Solange Azagury-Partridge. Me gustó mucho, no sé si ha sido uno de los favoritos o no, probablemente no, pero me gustó mucho. Más arriesgado que la mayoría (Helena Bonham Carter no cuenta) le quedaba muy bien, y el vestido es precioso. Igual más para el Met Ball que para los Oscar, auque igualmente estupenda.

Emma Stone, con vestido negro de Chanel, chaqueta de la colección crucero y bolso de la misma firma y zapatos Jimmy Choo, en la fiesta Chanel & Charles Finch celebrada con motivo de los Oscar. A la derecha, en la fiesta de la revista Vanity Fair, con un vestido de Chanel Haute Couture, zapatos de Salvatore Ferragamo, pendientes de Chanel y anillo de Van Cleef and Arpels. El vestido es maravilloso, los zapatos también, el maquillaje perfecto y rubia está guapísima. Qué pena que el peinado sea tan ¿ochentero?, ¿Cro-Magnon?, ¿no se peinó al salir de la ducha? Da igual, tras verla en los Globos de Oro, la de los Bafta, la fiesta de Vanity Fair por los Oscar, y en la fiesta Chanel & Charles Finch previa a los Oscar de este año, Emma Stone se ha convertido en una de mis favoritas sobre la alfombra roja.

En general fue una alfombra roja sosa, más variada que en otras ocasiones y seguramente menos hortera. Pero la tónica general fue como la gala: aburrida y previsible. Helen Mirren estuvo más fina y menos señorona que de costumbre, Gwyneth Paltrow volvió a pasarse con el autobronceador, Nicole Kidman podría haber planchado más su vestido y menos su flequillo (aunque el detalle de los zapatos rojos me conquistó), eché de menos a Julianne Moore y Annette Bening estaba mucho mejor en los Bafta, y la mujer de Mark Ruffalo (que me gusta todavía más tras ver lo majo que estuvo con Cristina Teva) fue la única que arriesgó algo, y el vestido fucsia que Marisa Tomei llevó a la fiesta de Vanity Fair me pareció mucho más bonito que la inexplicable fantasía azul que se puso para la gala. Poco más.

Michelle Williams y Cate Blanchett en la fiesta que la revista Vanity Fair, edición estadounidense, celebró con motivo de la entrega de los Oscar.

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