miércoles, 16 de noviembre de 2011

CAROLINA HERRERA

Nace el 28 de agosto de 1969 en Caracas en el seno de una familia burguesa, teniendo una infancia feliz de la que recuerda sus juegos entre las flores de la hacienda familiar y que difícilmente permiten a su memoria separar los sueños y la realidad.

Nunca pudo imaginar que estos recuerdos le inspirarían la creación de uno de los más prestigiosos perfumes actuales, el 212.

De su ambiente familiar, además del amor a los animales, recibió una educación que le hizo valorar el sentido de la responsabilidad y de la organización.

Desarrolló un gran sentido de auto confianza y aprendió a considerar su inspiración como su mejor patrimonio.

A los 12 años se traslada con su familia a vivir a Nueva York. Estudió el bachiller y continuó sus estudios de bioquímica y biopsicología en la Universidad de Poughkeepsie.

Trabajó, una vez graduada, en el laboratorio de la Universidad Rockefeller,
pero su mente le decía que no había nacido para la química.

Una tarde conoció a un director de cine que buscaba un ayudante de producción. Se ofreció para este trabajo y, a pesar de su inexperiencia, le contrataron.

Dos años más tarde se trasladó a Los Ángeles donde durante 3 años trabajó en la industria audiovisual.

En 1.997 la fortuna le llevó a ayudar a su madre en la creación de un perfume.

Pensó en trasladarse a Madrid para filmar una película sobre los sueños de gloria de los estudiantes de la Escuela de Tauromaquia.

Es ahora cuando la evocación de su Nueva York le lleva a la creación del 212

Un año más tarde crea una nueva fragancia, esta vez masculina, que marca el desarrollo de una larga serie de productos de cosmética.

Esto le lleva a la creación y desarrollo de numerosos productos para la marca y a desarrollar la cadena de tiendas CH.

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