lunes, 2 de agosto de 2010

MARIO MORENO CANTINFLAS



Mario Moreno Cantiflas
Mario Moreno Reyes


Actor cómico mexicano


Nació el 12 de agosto de 1911 en Santa María la Redonda, ciudad de México. Debido a la mala situación económica que vivía, tuvo que abandonar la escuela médica para ganarse la vida interpretando pequeños papeles en espectáculos de variedades (fue también torero cómico). Sin embargo, pronto su talento fue reconocido, y empezó a hacer papeles protagonistas y a actuar en el teatro. Su carrera cinematográfica comenzó en la publicidad, terreno en el que se hizo tan popular que la productora decidió dedicarse al cine en 1940, con Cantinflas de actor principal y vicepresidente de la compañía. Ese mismo año lograron un gran éxito con Ahí está el detalle (1940, Juan Bustillo Oro), gracias al cual pudo fijar su personaje definitivamente y a partir de El gendarme desconocido (1941) Miguel M. Delgado comenzó a dirigir sus películas. No obstante, su primera aparición en el cine se había producido en 1936, con No te engañes corazón, de Miguel Contreras. Sus primeras películas, como Los tres mosqueteros (1943), de Miguel M. Delgado, fueron éxitos que rompieron récords de taquilla en toda Latinoamérica. Hizo casi 50 películas, entre las que se incluyen dos incursiones en el mercado de habla inglesa realizadas en Hollywood: La vuelta al mundo en 80 días (1956, Michael Anderson), un éxito que le animó a protagonizar la segunda, Pepe (1960, George Sidney). Sin embargo, el éxito no se repitió y Cantinflas no volvió a hacer películas fuera de México, con la sola excepción de Don Quijote cabalga de nuevo (1972, Miguel Delgado), en España. Entre sus títulos más destacados también se encuentran El bolero de Raquel (1956), su primera película en color, El padrecito (1965), Sube y baja (1958) o El profe (1971), todas ellas dirigidas por Miguel Delgado. Falleció el 20 de abril de 1993.
El actor Manuel Medel afirmó en varias entrevistas que Cantinflas, el legendario personaje interpretado por Mario Moreno, fue inspirado por un borrachito que conoció cuando trabajaba en el teatro Follies. Se llamaba Olegario y trabajaba como barrendero en el mencionado teatro. Cuando lo veían venir, Mario Moreno le pedía a Medel que lo provocara para hacerlo hablar, el hombre decía cosas incoherentes y repetitivas. Respecto al nombre, el escritor Carlos Monsiváis sostiene que se lo dio un espectador, que al escucharlo hablar y hablar sin sentido le gritó la frase "¡Cuánto inflas!", que se redujo a cantinflas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario