PARÍS — Francia se frota las manos tras la fiesta de los Oscar, que coronó con cinco estatuillas 'The Artist', la culminación de un año excepcionalmente brillante para el cine francés, al que sin embargo, le sigue costando entrar a las salas de cine de Estados Unidos.
Desde el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a premiados realizadores como Claude Lelouch, pasando por los responsables de la promoción del cine francés, las felicitaciones al realizador de 'The Artist', Michel Hazanavicius, y a su actor principal, Jean Dujardin, han sido unánimes.
Los cinco Oscar para 'The Artist', entre ellos de mejor película, es una señal del "formidable éxito del cine francés y del cine de calidad", afirmó Sarkozy.
"Es una gran, gran noticia para el cine francés. (...) Creo que permitirá que los filmes franceses sean distribuidos en Estados Unidos", se alegró el realizador Claude Lelouch, premiado con un Oscar en 1966 por su 'Un homme et une femme' ('Un hombre y una mujer').
"Es probable que los estadounidenses, a quienes les gustan los premios, sentirán ahora más curiosidad por los filmes franceses", dijo Lelouch a la emisora RTL, unas horas después de que la película muda en negro y blanco arrasara en Hollywood.
El presidente del Centro nacional de cine (CNC), Eric Garandeau, estimó que la ceremonia de los Oscar consagró, "al término de un año cinematográfico particularmente brillante" para Francia, "la eficacia de nuestro modelo de organización y de financiamiento del cine".
La película es obra de un "equipo trasatlántico" que ""reunió lo mejor de Francia y Estados Unidos", resaltó Garandeau, declarando que Michel Hazanavicius y el productor Thomas Langmann "hicieron entrar 'The Artist' en la leyenda del cine", ofreciendo una "obra auténtica, universal e intermporal".
Este ha sido un año magnífico para el cine francés: 215 millones de entradas, o sea nueve millones más que el año pasado, según el CNC (Centro nacional del cine y de la imagen animada, que resaltó la riqueza de las propuestas.
Una película, 'Intouchables' ('Intocables'), sobre la improbable amistad entre un acaudalado tetrapléjico (François Cluzet) y un joven de origen africano (Omar Sy), ha vendido ya 19 millones de entradas desde su estreno en septiembre pasado.
En medio del actual clima de euforia, algunos, como Antoine de Clermont Tonnerre, presidente de Unifrance, el organismo encargado de la promoción del cine francés en el extranjero, llaman a "mantener los pies en la tierra", dado los serios problemas de distribución que afectan la cinematografía francesa.
La consagración por Hollywood de 'The Artist' representa un "acontecimiento excepcional", que ayudará probablemente a la "exportación del cine francés", notó De Clermont Tonnerre. "Pero hay que guardar los pies en la tierra", porque "los problemas (de exportación) continúan,"advirtió.
"La estructura de las salas de cine en el mundo favorece los grandes complejos de multicines, es decir principalmente las películas estadounidenses. Eso vuelve difícil la exportación de películas de autor",
El éxito de 'The Artist' no debe hacer "que los árboles escondan el bosque", advirtió, señalando que los filmes de autor seguirán enfrentando dificultades para venderse en el mundo.
"La evolución de la estructura de las salas de cine no favorece el cine de autor. O sea que los problemas de fondo y la fragilidad de la penetración (del cine francés) en el extranjero" persisten, recalcó.
"Es un combate permanente", subrayó el responsable, que saludó la audancia de ese filme mudo y en blanco y negro, en la era de la tercera dimensión.
La francesa Bérénice Bejo, actriz nacida en Buenos Aires que interpreta con gracia y picardía a la protagonista de 'The Artist', contó en el pasado Festival de Cannes, donde se estrenó, que hacer esa película había sido una tarea cuesta arriba.
"Hasta que un hombre loco como Thomas (Langmann) nos dijo: 'Vamos a hacer la película'", dijo Bejo, que el viernes fue galardonada como mejor actriz en la velada de los Cesar, los premios del cine francés.
Los cinco Oscar para 'The Artist' se debieron en gran parte también a los hermanos Weinstein, que distribuyeron la película en Estados Unidos y lanzaron una masiva campaña publicitaria, como la que acompañó el año anterior a la oscarizada 'The King's Speech' ('El discurso del rey').
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