Por primera vez, el actor mexicano Eduardo Capetillo mostró el rancho donde vive toda su familia. La propiedad es tan grande que da para albergar a toda la familia, incluida su mamá y las familias de sus dos hermanos Mary Carmen y Carlos.
El majestuoso rancho "Puerta del Carmen", propiedad de la familia de Eduardo Capetillo, está situado en las afueras de Ciudad de México, cerca de Toluca, en un terreno de 10 hectáreas.
Actualmente viven allí su mamá -doña Mary Carmen Vázquez- y sus hermanos Mary Carmen y Carlos. Cada familia tiene su casa propia. Por ejemplo, Mary Carmen -la hermana de Eduardo- vive en "El Palomar", una vivienda de tres niveles, hecha toda en piedra, con enormes ventanales y techos circulares que destacan las dos torretas que son la estructura principal de la casa.
El rancho fue construido en el siglo dieciocho y ha sido remodelado constantemente. Muchos de los trabajos han sido de mantenimiento, pues en una construcción tan antigua, el paso del tiempo hace verdaderos daños.
La propiedad tiene -además de las tres casas rodeadas de amplios jardines- un cortijo, caballerizas para sus cuatro caballos y una capilla privada.
La capilla tiene la fachada completamente cubierta por una enredadera. En ella caben sesenta personas. Allí se han bautizado todos los hijos de Eduardo y su esposa Bibi: Eduardo, Ana Paula y Alejandra.
En el cortijo acostumbran a hacer las fiestas familiares. En esta estancia tienen una colección de litografías de tauromaquia valoradas en casi 50 mil dólares. Esta colección fue comenzada por la madre de Eduardo, doña Mary Carmen, desde antes que el actor naciera y cuando éste tuvo uso de razón, ella se la regaló.
Actualmente viven allí su mamá -doña Mary Carmen Vázquez- y sus hermanos Mary Carmen y Carlos. Cada familia tiene su casa propia. Por ejemplo, Mary Carmen -la hermana de Eduardo- vive en "El Palomar", una vivienda de tres niveles, hecha toda en piedra, con enormes ventanales y techos circulares que destacan las dos torretas que son la estructura principal de la casa.
El rancho fue construido en el siglo dieciocho y ha sido remodelado constantemente. Muchos de los trabajos han sido de mantenimiento, pues en una construcción tan antigua, el paso del tiempo hace verdaderos daños.
La propiedad tiene -además de las tres casas rodeadas de amplios jardines- un cortijo, caballerizas para sus cuatro caballos y una capilla privada.
La capilla tiene la fachada completamente cubierta por una enredadera. En ella caben sesenta personas. Allí se han bautizado todos los hijos de Eduardo y su esposa Bibi: Eduardo, Ana Paula y Alejandra.
En el cortijo acostumbran a hacer las fiestas familiares. En esta estancia tienen una colección de litografías de tauromaquia valoradas en casi 50 mil dólares. Esta colección fue comenzada por la madre de Eduardo, doña Mary Carmen, desde antes que el actor naciera y cuando éste tuvo uso de razón, ella se la regaló.
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