Pero el Botox no es tan malo como lo pintan, también podemos ver a celebridades que han hecho un uso racional de este procedimiento y les ha quedado bastante bien y natural. Hay algunas famosas que pese a su edad, lucen de maravilla, ¿será producto de un envejecimiento admirable o de una “ayudita” de sus cirujanos de confianza?
La modelo Cindy Crawford, la cantante australiana Kylie Minogue, la actriz mexicana Salma Hayek y la actriz Elizabeth Hurley, aunque no han reconocido públicamente su uso, son famosas que la prensa de farándula asegura utilizan este producto en zonas puntuales de su rostro con óptimos resultados.
Como vemos, sin exagerar, las inyecciones de Botox pueden proporcionar al rostro un aspecto más juvenil y lleno de vida, evitando las “arrugas dinámicas”, o arrugas causadas por la expresión facial y el movimiento muscular.
¿Realmente es tan malo?
El Botox, como todos los procedimientos estéticos, puede ser una solución muy buena para eliminar arrugas indeseadas o puede ser un mal mayor si no es aplicado con un experto y como se debe.
El Doctor Oswaldo Sauce, cirujano plástico, explica que como todos sabemos a estas alturas, el Botox es una toxina que se utiliza para paralizar por algún tiempo los músculos y evitar su contracción. Las señales de movimientos musculares son transmitidas a varias partes del cuerpo a través de un mensajero químico llamado acetilcolina, entonces lo que hace el Botox es bloquear la liberación de acetilcolina, deteniendo o reduciendo los movimientos musculares involuntarios en un área en particular.
Cuando le consultamos el hecho de que las celebridades se hayan arrepentido por el uso de esta sustancia, el doctor Sauce afirmó que lo que pudo haber ocasionado que estas celebridades (y muchas mujeres que vemos por la calle con un rostro sin facciones) lucieran de esa manera, es el simple hecho de que las personas que aplicaron el producto se extralimitaron al colocarlo en muchos lugares a la vez.
“Un doctor consciente solo aplicaría el Botox en la frente y arriba de las cejas, para limitar un poco los movimientos de fruncimiento del cejo que hacemos la mayoría de las personas, el problema viene cuando por insistencia del paciente o negligencia médica se aplica en otros músculos y queda muy poco natural”. Sin embargo, el doctor Sauce comentó que si el Botox es aplicado por un profesional en el que se confíe y que sepa lo que hace, no hay motivo para preocuparse, pues las facciones del rostro no cambian y queda muy natural, haciendo que la persona quede con un cejo más relajado y sin arrugas que le da una apariencia muy juvenil.
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