La palabra IKI viene de la cultura Japonesa y lo usaban los
Samurais para designar a aquellos que eran de valía, elegantes y seguían
el código del honor.
Hoy ha tomado el sentido de elegante, distinguido pero sin saltar a
la arrogancia, resaltando la sobriedad y ocultando la exuberancia. Por
lo que una persona Iki es original, calmada, indiferente, refinada y
sofisticada pero sin ser perfecta o complicada.
Iki style
La literatura en inglés suele traducir Iki como “chic”. Pero ojo,
porque el clásico fresa, hijo de papi, no sería Iki, sino más bien un
Iki sería alguien de estudios con una buena carrera y que destaca, no
que force la situación como el fresa, sino porque el entorno lo destaca a
él.
A resumidas cuentas un Iki es una persona exitosa que destaca por su
imagen integral: interior, física y con respecto a su entorno social y
laboral.
El Wabi sabi representa lo imperfecto, lo impermanente, lo
incompleto, deriva del concepto de impermanencia y el flujo constante
del Budismo Zen y aunque también tiene su lado estético haciendo incapié
en la simplicidad y en la sobriedad al igual que el Iki, no es tan
integral con respecto a una imagen clásica.
Wabi sabi style
Ser Wabi sabi aplica mucho para los artistas contemporaneos, para
personas que si bien, cuidan con detalle su arreglo personal y su
estilo, no son refinados, sofisticados, calmados ni indiferentes, pero
siempre serán originales y se destacarán de entre los demás con respecto
a su entorno social y laboral.
La personalidad Iki y la Wabi sabi tienen muchas cosas en común y
ambos conforman las bases de los ideales estéticos del Japón actual, y
aplicándolo a nuestra cultura podría ser un buen ejemplo para tomar una
decisión con respecto a que tipo de imagen queremos proyectar hacia los
demás y empezar a trabajar en ello. ¿Tú por cuál te inclinas?