Sus comienzos en la pintura
En 1926, Frida sufrió un fatal accidente que marcó su vida para siempre, y fue muchas veces fuente de sus más tremendos tormentos, así como su mayor inspiración artística; al chocar el autobús en el que viajaba con un tranvía, un tubo la atravesó y produjo la ruptura de su columna vertebral en tres partes, la rotura de tres costillas, de la clavícula, la pierna y el pie derecho.
Es durante su extensa recuperación cuando comienza a pintar, reflejando en sus pinturas los más oscuros sentimientos de un cuerpo y de una vida que quedaron destrozados, marcados a fuego por este tremendo accidente, que la imposibilitó entre otras cosas, a tener hijos.
La relación Frida Kahlo Diego Rivera
En 1929 contrajo matrimonio con Diego Rivera, casi 22 años mayor que ella, a quien había conocido años antes en la Escuela Nacional Preparatoria. Vivieron en Cuernavaca, donde ella tuvo su primer aborto, hasta que se mudaron a los Estados Unidos. Allí ella se dedicó a pintar y en sus cuadros destacaron los símbolos mexicanos, el folclore, lo religioso y lo popular.
En 1934 volvieron a México e instalados en el estudio de la calle Altavista, Frida sufrió un nuevo aborto y debió ser operada de su pie derecho. Entre tanto, en medio de su sufrimiento por sus abortos y su delicada salud, su marido y su hermana, Cristina Kahlo, mantuvieron un romance que ella descubrió y la llevó a separarse y a sufrir de una gran depresión.
En 1937, León Trotsky llegó a México junto a su esposa y se hospedaron en la conocida Casa Azul de Coyoacán. Frida y Trotsky además de compartir ideales y creencias, tuvieron un romance y ella cayó en una nueva depresión y en problemas con la bebida al enterarse del asesinato de éste en 1940.
A fines de 1940 volvió a casarse con Diego Rivera, en 1941 expuso en el Boston Institute of Contemporary Arts. Fundó la Escuela de Artes Plásticas “La Esmeralda”, en donde dictaba clases de pintura hasta 12 horas por día. A lo largo de este período pintó aproximadamente unos 100 cuadros en los que mezcló sensualidad y sarcasmo.
Su final
Durante los últimos años de su vida se dedicó a la escritura, plasmando en el papel, sin ningún tipo de respeto por las reglas gramaticales, todo lo que internamente la torturaba y atormentaba: su soledad, su visión de las cosas, y sus sentimientos hacia Diego Rivera, en un diario íntimo que comenzó escribir en 1942.
Entre 1944 y 1949 pintó y expuso tanto a nivel nacional como internacional, en tanto continuó con su diario, pintó los cuadros: “Diego en mi pensamiento” y “Diego y yo” dos emblemas en la obra de Frida.
En 1950 debió ser internada durante 9 meses a causa de una infección producida por un injerto de hueso que le habían realizado en la columna 4 años antes.
En 1953 expuso por primera vez sus obras en México bajo la dirección de Lola Álvarez, en la Galería de Arte Contemporáneo. Su frágil salud la obligó a dictar las clases de pintura en su casa. Su estado era crítico y Frida se refugiaba en el alcohol y la pintura para poder sobrevivir a la dura realidad que le tocaba vivir.
Debió ser internada para que le amputaran la pierna derecha engangrenada, luego se le diagnosticó una embolia pulmonar. El 13 de julio de 1954, fue encontrada muerta en su cama de su Casa Azul de Coyoacán. Casual o causalmente, la última frase escrita en su diario decía: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.
La obra de Frida actualmente se conserva en colecciones privadas y en museos de México, Europa y Estados Unidos. El que fue su hogar en vida “La casa Azul” en Coyoacán, funciona actualmente como museo albergando algunas de sus obras y efectos personales.
La tortuosa vida amorosa, el no poder tener hijos y la vulnerable salud de Frida, tuvieron en el arte su refugio, su pasión y su premiación. Sus obras y exposiciones fueron muy reconocidas y eso hizo que por momentos olvidara algo de ese enorme sufrimiento que internamente le desgarraba el alma. Creó un personaje en base a sus desgracias personales y fue protagonista de su propia obra, sumamente autorreferencial, comenzó siendo realista y terminó practicando el surrealismo, colocándose así en uno de los lugares más importantes de la pintura mexicana.