jueves, 15 de diciembre de 2011

BELLEZA Y MODA





Si ya te has decidido por llevar unas elegantes y sensuales pestañas postizas solo tienes dos opciones: ir al salón de belleza para que te las coloquen o aprender a hacerlo tu misma y ahorrarte algunos billetes.
Como siempre habrá algo que se necesite en el último momento, te propongo colocártelos tu misma y hasta podrás comprar las pestañas de mejor calidad, las que durarán para la menos tres usadas.
Uno de los secretos para que luzcan naturales es eligiendo pestañas de color marrón oscuro o bruno en lugar de negro intenso.
Cómo ponérselas
Contrariamente a todo lo que se piensa, para colocarse una pestañas postizas se necesita que:
  • Las pestañas naturales deben tener una una capa de rimel  encima, y que sea del mismo color que las pestañas falsas.
  • Luego, aplica una linea delgada de pegamento sobre los bordes de las pestañas postizas, exactamente sobre la raíz de éstas. El pegamento viene con las pestañas; no vayas a usar otro.
  • Ubica las pestañas postizas sobre la raíz de las naturales usando las yemas de tus dedos o una pinzas. Empieza por el lado del lacrimal y con cuidado termina presionando ligeramente.
  • Colocadas las pestañas, delinea el borde de las pestañas para darle el acabado natural. También puede usar delineador líquido del color de las pestañas.
  • Finaliza el acondicionamiento con una segunda capa de rimel que te ayudará a unificar ambas pestañas.
Cómo retirarlas
  • Entibia un poco de agua y mójate las pestañas con ella; luego aplícate la demaquilladora de ojos y retira el rimel.
  • Asegúrate que el pegamento de las postizas se haya ablandado antes de empezar y así no maltratar tus párpados y pestañas.
  • Después, con una pinza de depilación, empieza a jalar sujetando con tu dedo el otro extremo del párpado.
  • Límpiate el rostro como siempre.
Cuidados de uso
Para que nuestras pestañas tengan una larga vida, es necesario darle la atención adecuada. Por ejemplo, después de usarlas es necesario quitarles los residuos de maquillaje  y lavarlas con jabón suave antes de guardarlas.
Por flojera, muchas chicas las dejan abandonadas en la ducha o reposando en agua, y con el tiempo ello las malogra y las puede convertir en foco de infección para nuestros ojos.
Busca un lugar fresco y seco para guardarlas lejos del polvo o de las pelusas del algodón; revísalas minuciosamente siempre antes de ponertelas.

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