Al igual que en los últimos años, la princesa
Estefanía de Mónaco y la mayor de sus hijas, Paulina, no han querido faltar a su cita con el circo y han vuelto a vivir su magia en la ceremonia inaugural del 35º Festival Internacional del Circo de Montecarlo, que presidieron junto a
Alberto II de Mónaco. Todas las miradas se centraron en Paulina, que a sus 16 años se ha convertido en toda una belleza. Madre e hija, muy sonrientes, compartieron muchas miradas cómplices que reflejan la buena relación que hay entre ellas. La familia Grimaldi ha mostrado siempre su gusto por el mundo de los espectáculos circenses – de hecho, en 1974 el príncipe Rainiero organizó este festival anual en Montecarlo- En esta ocasión, se ha echado en falta la presencia de Charlene Wittstock, que se ha convertido en el centro de atención en Mónaco por su próxima boda con el príncipe Alberto el próximo 2 de julio.
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