¿Qué sería de los Oscars sin sus alfombras? Más concretamente, ¿sin sus alfombras rojas? ¿Sin su glamour? Probablemente, un evento infinitamente más aburrido y menos estimulante, una gala insulsa en la que los hombres y mujeres de la industria del cine se reunirían para mirarse el ombligo sin pensar en que medio mundo está mirando qué hacen y con qué ropajes lo hacen. Y eso no nos gustaría nada, nada…
No nos gustaría quedarnos sin nuestra ración anual de chafardeo estético, de admirar lo relindas que lucen algunas y los límites del mamarrachismo que pueden llegar a traspasar otras, de cuáles son las tendencias de la temporada entre las celebrities, de qué operaciones de estética hay o no hay que hacerse para ser cool y moderno/a de la muerte… No, no queremos renunciar a esos minutos mágicos previos a la gran noche del cine en la que Hollywood luce sus mejores galas.
Y si ayer me atreví a augurar quienes subirán a recoger estatuilla en el Kodak Theatre, hoy debería hacer algo parecido sobre qué diseñadores vestirán a que estrellas el próximo domingo. Pero francamente, me parece una tarea muuuuuucho más complicada y difícil de predecir, sobre todo por los muchos intereses y golpes de efecto que se estudian al detalle para ese momento. Obviamente, veremos diseños de incuestionables de consagrados como Oscar de la Renta, Armani, Chloe, el llorado McQueen, Ferretti, Valentino, Chanel… Algunos de ellos obtendrán publicidad extra -no, mucho más que extra, extraordinaria- si la/el modelo ocasional resulta además ganador de alguna estatuilla y medio planeta puede ver su trabajo entre sollozos y agradecimientos a familiares vivos y difuntos. Otros lamentarán el día en que esa/ese actor de medio pelo decidió elegir uno de sus modelos para arruinar para siempre su carrera luciéndolo sin arte, con kilos de más o exceso de maquillaje. Otros verán como la dichosa crisis corta las alas de sus ambiciones. Y otro, uno de los jóvenes diseñadores que optó a vestir a una de las presentadoras de la noche mediante un concurso organizado por la Academia, verá como su nombre empieza a escribirse con letras de oro en la historia de la moda y del cine.
Sí, por primera vez en la historia del Oscar, nueve diseñadores han optado a ver su diseño enfundado en el cuerpo de una celebrity el próximo 7 de marzo. El proceso de selección se ha realizado a través de la web oficial de los Oscars, mediante una acción titulada . El nombre del ganador se conocerá apenas unos minutos antes del inicio de la ceremonia. Echar un vistazo al sitio resulta una experiencia más que interesante no solo por la calidad de sus diseños, también por comprobar la importancia que este capítulo, que la moda, tiene para la organización del evento.
Según cuenta la coordinadora de moda de la ceremonia, Patty Fox: “Han
hecho vestidos con siluetas muy poco marcadas, creo que han entendido
qué es lo que tiene que llevar una estrella para destacar en la
alfombra roja. También se están viendo muchos detalles en los trajes,
especialmente la coincidencia de un solo hombro”. Asimismo, señaló que los diseñadores participantes en el concurso de
los Oscar buscaron deslumbrar con cristales de Swarovski, joyas,
manifestaciones florales, seda, colores pastel y el tradicional
blanco y negro.
No nos gustaría quedarnos sin nuestra ración anual de chafardeo estético, de admirar lo relindas que lucen algunas y los límites del mamarrachismo que pueden llegar a traspasar otras, de cuáles son las tendencias de la temporada entre las celebrities, de qué operaciones de estética hay o no hay que hacerse para ser cool y moderno/a de la muerte… No, no queremos renunciar a esos minutos mágicos previos a la gran noche del cine en la que Hollywood luce sus mejores galas.
Y si ayer me atreví a augurar quienes subirán a recoger estatuilla en el Kodak Theatre, hoy debería hacer algo parecido sobre qué diseñadores vestirán a que estrellas el próximo domingo. Pero francamente, me parece una tarea muuuuuucho más complicada y difícil de predecir, sobre todo por los muchos intereses y golpes de efecto que se estudian al detalle para ese momento. Obviamente, veremos diseños de incuestionables de consagrados como Oscar de la Renta, Armani, Chloe, el llorado McQueen, Ferretti, Valentino, Chanel… Algunos de ellos obtendrán publicidad extra -no, mucho más que extra, extraordinaria- si la/el modelo ocasional resulta además ganador de alguna estatuilla y medio planeta puede ver su trabajo entre sollozos y agradecimientos a familiares vivos y difuntos. Otros lamentarán el día en que esa/ese actor de medio pelo decidió elegir uno de sus modelos para arruinar para siempre su carrera luciéndolo sin arte, con kilos de más o exceso de maquillaje. Otros verán como la dichosa crisis corta las alas de sus ambiciones. Y otro, uno de los jóvenes diseñadores que optó a vestir a una de las presentadoras de la noche mediante un concurso organizado por la Academia, verá como su nombre empieza a escribirse con letras de oro en la historia de la moda y del cine.
Sí, por primera vez en la historia del Oscar, nueve diseñadores han optado a ver su diseño enfundado en el cuerpo de una celebrity el próximo 7 de marzo. El proceso de selección se ha realizado a través de la web oficial de los Oscars, mediante una acción titulada . El nombre del ganador se conocerá apenas unos minutos antes del inicio de la ceremonia. Echar un vistazo al sitio resulta una experiencia más que interesante no solo por la calidad de sus diseños, también por comprobar la importancia que este capítulo, que la moda, tiene para la organización del evento.
Según cuenta la coordinadora de moda de la ceremonia, Patty Fox: “Han
hecho vestidos con siluetas muy poco marcadas, creo que han entendido
qué es lo que tiene que llevar una estrella para destacar en la
alfombra roja. También se están viendo muchos detalles en los trajes,
especialmente la coincidencia de un solo hombro”. Asimismo, señaló que los diseñadores participantes en el concurso de
los Oscar buscaron deslumbrar con cristales de Swarovski, joyas,
manifestaciones florales, seda, colores pastel y el tradicional
blanco y negro.
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