Era su primer Baile de la Rosa como Princesa de
Mónaco y no defraudó. Charlene Wittstock se convirtió en la protagonista
de este famoso evento, aunque no consiguió eclipsar en estilo a su
cuñada, la Princesa Carolina de Mónaco, ni a la hija de ésta, Carlota,
habituales de la gala.
Todas las miradas estaban puestas en Charlene, quien apareció radiante con un vestido de Akris en color negro con escote dorado. La sudafricana reinó en el baile junto a su marido, el Príncipe Alberto de Mónaco, mostrándose ambos más sonrientes que de costumbre.
Quienes tampoco faltaron a la fiesta fueron, como no, la Princesa Carolina de Monaco y su hija, Carlota Casiraghi. Ambas deslumbraron como de costumbre en la fiesta, para la que escogieron sendos vestidos de Alta Costura de Chanelde muy diferentes estilos.
Y es que, mientras la madre optó por un modelo negro con largo chaleco y detalles brillantes, su sucesora prefirió un look en azul celeste palabra de honor con una fina capa de tul que cubría el escote.
Todas las miradas estaban puestas en Charlene, quien apareció radiante con un vestido de Akris en color negro con escote dorado. La sudafricana reinó en el baile junto a su marido, el Príncipe Alberto de Mónaco, mostrándose ambos más sonrientes que de costumbre.
Quienes tampoco faltaron a la fiesta fueron, como no, la Princesa Carolina de Monaco y su hija, Carlota Casiraghi. Ambas deslumbraron como de costumbre en la fiesta, para la que escogieron sendos vestidos de Alta Costura de Chanelde muy diferentes estilos.
Y es que, mientras la madre optó por un modelo negro con largo chaleco y detalles brillantes, su sucesora prefirió un look en azul celeste palabra de honor con una fina capa de tul que cubría el escote.
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