Isabel Preysler nació en Manila (Filipinas) el 18-Febrero-1951
Es una de las indiscutibles reinas del corazón, del saber estar y la elegancia. También de la discreción y del protocolo. Es una de las mujeres ricas y famosas que más envidias y admiraciones ha despertado. Hoy día es feliz al lado de Miguel Boyer, su tercer marido, pero anteriormente ha estado casada con Julio Iglesias y Carlos Falcó. Isabel Preysler nació en Manila, la capital de Filipinas, en el año 1951 y en el seno de una familia acomodada. No son muchos los que saben que tiene raíces españolas; aún más, que sus bisabuelos eran españoles, exactamente uno navarro y otro riojano, y que viajaron a Filipinas con el fin de participar en la guerra. |
salto cualitativo lo dio en “Seven”, haciendo de policía junto
Se Se asentaron allí y se casaron con oriundas de la Se asentaron allí y se casaron con oriundas de la zona. Finalmente, se convirtieron en consuegros, porque se unieron en matrimonio el hijo de uno de ellos con la hija del otro.
Para rizar más el rizo, Isabel Preysler también lleva sangre austriaca entre sus venas, por la parte de sus tatarabuelos paternos...
No es extraño que Isabel no terminara siendo cuanto menos exótica, con esos ojos rasgados, ese hoyuelo en la barbilla y esa dulce voz con acento oriental. Es una mujer que siempre ha destacado por su cordialidad y su amabilidad, su belleza y simpatía y, cómo no... por su elegancia y glamour.
Por lo que a su trayectoria profesional se refiere, caben destacar sus millonarios contratos con importantes firmas como Porcelanosa (decorando sueños a través de azulejos) o Ferrero Rocher (patrocinando bombones), de los que ha sido imagen durante muchos años.
También es imagen del diseñador de calzado Manolo Blahnik (creador de los famosos zapatos denominados 'Manolos'). Además, ha sucumbido ante las nuevas tecnologías, e incluso llegó a crear su propia página web.
Pero sobre todo conocemos de ella su vida privada, esos datos que hemos conocido por las revistas del corazón y los cuales la propia interesada ha sabido dosificar con muy buen criterio, al igual que sus apariciones públicas.
A Isabel le gusta mucho el mundo de la belleza, la moda y la decoración; también el deporte y seguir una dieta sana.
Por lo que a la moda respecta, tuvo sus primeros contactos con el ámbito de las pasarelas en su adolescencia, participando en varios desfiles benéficos.
Pero a sus padres, Carlos Preysler, (que era gerente de la Philipinne Air Lines y delegado del Banco Español de Crédito en Manila) y Betty Arrastía, (que abrió una agencia inmobiliaria en Manila al tiempo que se hacía cargo de su numerosa familia), no les hizo mucha gracia esta nueva faceta de su hija.
Isabel entonces aparcó la idea de ser maniquí; paradojas de la vida, pues hoy es paradigma de elegancia y distinción, modelo a imitar por su buen gusto a la hora de vestir, aunque no ejerza como tal.
Ha sido elegida infinidad de veces como la mujer más elegante de nuestro país, y una de las más fotografiadas.
Era tan hermosa desde siempre que no resulta de extrañar que los hombres se fijaran en ella. Pero, al parecer, hubo uno bastante mayor que Isabel que se quedó totalmente prendado de ella; esta situación no agradaba en absoluto a los progenitores de la joven.
Por lo visto fue la gota que colmó el vaso, pues finalmente el matrimonio decide enviar a su hija Isabel a España para que ya de paso perfeccionara el español. La formación académica de la Preysler tuvo lugar en inglés que es, junto con el tagalo, la lengua oficial en Filipinas.
A principios de 1969 Isabel se va a vivir a Madrid con unos tíos suyos, Miguel Pérez e Isabel Arrastia. Ahí empieza su vida en España... hasta hoy.
Gracias a varias entrevistas que la propia Isabel ha concedido, sabemos de ella que le encanta jugar al paddle y al golf, que hace pesas, que le gustan los batidos de frutas y que es adicta al chocolate.
Pero sobre todo, que se siente muy orgullosa de sus cinco hijos y que es muy feliz al lado de su tercer marido, el político Miguel Boyer.
De ella se ha llegado a decir, aunque todo apunta a rumores sin fundamento, que tuvo una aventura con el ex jugador de fútbol y ex director deportivo del Real Madrid Jorge Valdano.
También fue noticia durante mucho tiempo de un serial que una conocida revista rosa dio sobre ella. Y no estaba precisamente redactado en primera persona.
Fue una persona del servicio la que habló largo y tendido sobre la Preysler; incluso contó que, aparte de los injertos de cabellos, los estiramientos de piel, de la rinoplastia y de los retoques dentales a los que Isabel se sometió, la entonces mujer del marqués de Griñón estaba constantemente repitiendo a sus hijos lo buena madre que era.
Isabel denunció a esta revista y ganó. Pero no siempre se triunfa; en otra ocasión tuvo que retroceder, exactamente su casa se vio reducida en unos cuantos metros a causa de un pleito.
Hasta en una ocasión nuestra protagonista de hoy sufrió el "tartazo" de una hija de Ruiz Mateos, cuando este político estaba enfrentado con Miguel Boyer por el denominado 'caso Rumasa'.
Isabel otorga mucha importancia a la amistad. Una de sus mejores amigas, aunque su relación ha sufrido altibajos, es Carmen Martínez Bordiú, una de las nietas favoritas de Franco. Se conocieron en el colegio de las Madres Irlandesas, donde las dos estudiaron.
Poco a poco Isabel fue adentrándose en los ambientes madrileños más selectos, hasta que por fin, en una fiesta flamenca organizada por los Terry conoce a Julio Iglesias, un ex futbolista que a causa de una lesión dejó el deporte rey para empezar a dedicarse al mundo de la música.
Lo de ambos fue un flechazo. El joven cantante que acababa de ganar el Festival de Benidorm con 'La vida sigue igual' la conquistó con su simpatía y quedó prendada de ella por su estilo y misterio.
Julio pone en marcha un plan de ataque bien estudiado y termina conquistándola. Isabel Preysler se casa a los 19 años -en una iglesia de Illescas- con el que por aquellos tiempos consideraba su príncipe azul.
Corría el año 1971, recién estrenado. A la boda no asistió el padre de la Preysler, que en aquellos momentos no veía con buenos ojos este enlace. Ya desde la distancia, a Isabel le parece que se precipitó a la hora de casarse tan pronto.
En 1971 tuvieron una niña, Chabeli (presentadora de televisión en Miami); y más adelante dos niños, Julio José y Enrique (que han salido cantantes como su padre, triunfando especialmente Enrique).
Isabel y Julio vivieron felices sus primeros años juntos, pero luego los constantes viajes del cantante tanto por Europa como por América y sus supuestas infidelidades terminaron enfriando el amor que Isabel un día sintió por él.
Isabel dio un ultimátum a Julio y no dio marcha atrás, pese a que luego el artista intentó volver a su lado y cantó a los cuatro vientos su amor por ella.
Se podría decir que la película 'Fiebre de sábado noche' unió los destinos de Isabel Preysler y su segundo marido, Carlos Falcó, marqués de Griñón. Tuvieron a Tamara, la cuarta hija de Isabel y la tercera de Carlos.
Aunque los habían presentado un año antes, cuando los dos estaban casados con sus anteriores parejas, la chispa surgió en un cine.
Y tras varias cenas, paseos por el campo y meses de compartir risas y confidencias, deciden casarse en una finca que el marqués tenía en Toledo.
Isabel se enamoró de la humanidad de Carlos, pero llegaron a criticarla argumentando que lo único que buscaba era emparentar con la aristocracia.
A principios de los 80 el matrimonio formado por los marqueses de Griñón conoce a Miguel Boyer, en una reunión de una amiga común. Por aquellos tiempos, según la prensa de esa época, Isabel y Carlos atravesaban una crisis en su segundo matrimonio, aunque ambos lo desmintieran.
En 1984 los conocidos premios 'Naranja' y 'Limón' del Periodismo recaen en Preysler y Boyer. Surge algo especial entre ellos y en 1985 Isabel se separa de su segundo marido. Miguel anteriormente estuvo casado con Elena Arnedo, con quien comparte dos hijos.
Muchos pensaban que de nuevo Isabel picaba alto: en esta ocasión su objetivo era un ministro de Economía y Hacienda durante el Gobierno socialista. Pero precisamente cuando él deja su cartera de Economía sale a la luz su romance.
Se casan en la intimidad y tienen una niña llamada Ana. Cuatro años más tarde, en 1993, su hija Chabeli, Isabel Iglesias para ser más exactos, se casa con el arquitecto Ricardo Bofill, hijo de un conocidísimo arquitecto.
Cuando su hija se separa, Isabel se vuelca con ella, así como cuando sufrió un aparatoso accidente años más tarde.
Desde pequeña le gustan los idiomas, la natación, el tenis, la equitación, el patinaje, la geografía, la historia y los trabajos manuales. En sus tiempos estudiantiles lo que peor se le daban eran las ciencias.
Algunos trucos suyos para estar tan estupenda son: comida sana (pasta integral, tomates biológicos), tratamientos faciales en cabina, evitar tomar el sol en exceso, el cuidado del cabello...
A Isabel le priva viajar, a nivel cultural o simplemente para descansar: Marbella, Marruecos, Turquía, Pompeya, Costa del Sol... Ha tenido oportunidad de conocer a grandes personalidades, hasta a su Majestad el Rey Don Juan Carlos y al príncipe Carlos de Inglaterra. También se ha codeado con el político Ronald Reagan y el cantante Michael Jackson.
Ha sido madrina de Manolo Blahnik, premiado con la Aguja de Oro por sus zapatos, los cuales adora Isabel por su comodidad y elegancia, aunque asegura que no dispone de mucho dinero para comprárselos.
Isabel se lleva muy bien con sus hermanas Victoria y Beatriz, pero su perdición son sus hijos. Le produce gran satisfacción ver que sus hijos hayan salido sanotes y deportistas; eso sí, lo que más, que se lleven tan bien entre ellos. También siente debilidad por su único nieto, el hijo de Chábeli.
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